miércoles, 21 de agosto de 2013

Día 2: Hanoi

El aeropuerto de Hanoi es capítulo aparte, yo creo que nunca he visto unas instalaciones tan cutres y mira que he visto aeropuertos bananeros. Después la ciudad, pues hace honor al sudeste asiático. En general no le llega ni a Bangkok, ni mucho menos a Hong Kong o Shanghai a la suela del zapato, pero es cuando menos bastante curiosa. "Donde me has metido" hubiera dicho uno en sus tiempos.

De camino al hotel he visto la cena pasando en moto, uno que llevaba un cerdo enorme. Bueno lo de las motos es para nota, yo no he visto ciudad con más motos, y además con 3 y 4 personas subidas. Por lo que nos cuenta el guía la gente hace mudanzas en moto. Me recuerda a "La casa de te de la luna de agosto".

Motos en todas direcciones en Hanoi

Las bicis también se ven, un poco destartaladas eso si.

                                         Bici en un mercado callejero en Hanoi.

Para cruzar es un poco complicado, pero ya le he cogido el truco. La historia es que te vean cruzar con decisión y lo hagas de tal manera que te puedan esquivar a tiempo. No van muy deprisa de todos modos.

Las fachadas de las casas son muy estrechas y tienen mucho fondo, esto es para no pagar impuestos porque estos se pagan por los metros de fachada principal. Los edificios son bajos y desde luego no he visto nada que se pudiera considerar rascacielos.

      Edificios estrechos y profundos en Hanoi

Otra curiosidad es que el año vietnamita tiene 360 días para que coincida el 15 de cada mes con la luna llena, ellos celebran la fiesta de la luna llena. Como les faltan 5 días para completar el año, cada 5 tienen un año de 13 meses, con uno de ellos de 25 días.

Hoy me he dado una vuelta por la ciudad, y he observado lo mismo que en las ciudades grandes de la misma zona, hay mucha gente por la calle, y están básicamente sin hacer ni el huevo, no me extraña porque hace un calor y una humedad de narices. Hay muchísimos puestos de comida callejera y a la hora de comer hay grandes cantidades de gente comiendo en mesas de plástico en las aceras. No te dejan a veces pasar y tienes entonces que ir por donde los coches, las motos y las bicis.

Aqui en las aceras se ve de todo, en general puestos, por llamarlos de una manera, de comida, la mayoría pegados a las alcantarillas e insalubres. Los que cocinan son como pulpos, aunque solo tengan dos manos, cocinan, mientras que con una mano están con el moco y con la otra tocándose los pies. Esto es que tiene que ser cultural porque en todos los países de la zona se ve lo mismo. Menos mal que aquí por lo menos la costumbre de escupir no la tienen, si la de sonarse los mocos con la mano.

                                                      Cocineros en Hanoi

Una cosa que siempre he querido hacer es describir a que huele una ciudad. Lo voy a intentar con esta aunque es difícil. Una vez que te habitúas al olor de la humedad, mierda y orines de los rincones y lo puedes separar, la mezcla me parece como entre agridulce y fritanga pura y dura, no huele mal, pero los puestos callejeros me dan mal rollo y no es cosa de empezar con oposiciones a caguetosis el primer día (hay que ver que fina me esta saliendo la literatura). Me voy del tema, creo que el olor en general es a barbacoa, de esto no puedo mostrar foto. Y olorin olorado, este cuento se acabó.
Mañana más porque estoy estoy pa los leones, ya llevo muchas horas sin dormir.

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